No apto para menores…

México y Bolivia

No apto para menores.

“La Coparmex, como la dirigencia del PAN, se están refiriendo a la persona de Evo Morales, a sus cualidades como gobernante, están juzgando su desempeño en Bolivia… pero eso no se debe de discutir ahora. Estoy de acuerdo con el gobierno federal, porque lo único que está haciendo, es aplicar textualmente lo que establece el artículo 11 constitucional…”

Pareciera que esto lo declaró alguien de ideologías políticas afines al gobierno en turno; sin embargo, se trata de la posición de uno de los dirigentes más emblemáticos del PAN, el excandidato presidencial, Diego Fernández de Ceballos.

El asilo político que México le brindo a Evo Morales es uno de los temas más polémicos del año. Por ello, hoy, México es el centro del debate como un país humanista. Y es que la cuestión no es si Morales es un dictador o no, es un tema de derechos humanos. En donde México siempre se ha caracterizado por ser un país protector.

El problema radica en que están juzgando a la persona de Evo Morales, para considerarlo un mal gobernante, y, por lo tanto, repudiar ese asilo político. Más allá de consideraciones, de cómo gobernó, lo cierto es que hoy es cazado. México está aplicando la Constitución. Como lo hizo con Trotsky y muchos otros perseguidos políticos.

Si hubo o no una elección tramposa, la OEA lo dictaminó, ese no es el punto de discusión, sino si México está obrando de manera correcta.

En cuanto al fondo del asunto, sin importar las ideologías políticas con las que se identifique el lector. Evo hizo la revolución más enorme en América Latina, cambió la estructura económica. Al cambiarla, incorporó a la sociedad boliviana, a los indígenas, con Evo, Bolivia tuvo un presidente que parecía boliviano. ¿Qué era Bolivia antes de Evo?

Durante su administración la economía marchó bastante bien, claro, gracias a los precios de materias primas, pero redujo la pobreza extrema a menos de la mitad, incrementó el PIB de manera sorprendente. Evo nacionalizó la industria de los hidrocarburos y ello le permitió obtener los beneficios de la materia prima.

Por otro lado, no podemos dejarnos engañar por lo que se ve en las redes sociales. No se discute si Evo ganó o no, sino por cuánto. Morales iba ganando, pero no suficiente para evitar la segunda vuelta.

Así mismo, de manera democrática, reconoció las irregularidades del procedimiento e invitó a la OEA, la cual emite un dictamen (cierto demoledor), pero contrario a lo que hace un dictador, estuvo de acuerdo en realizar otra elección. Al día siguiente, las fuerzas militares le pidieron que renunciara.

La renuncia no soluciona el problema, por el contrario. Las imágenes y videos que se observan en redes sociales no son solamente opositores del gobierno de Morales, sino que eran simpatizantes del gobierno. Existe una polarización muy marcada que puede determinar un antes y un después en Bolivia.

¿El enemigo de Evo? Él mismo.

¿Se equivocó Evo al querer perpetuarse en el poder? Sí

¿Es el problema de la izquierda en todo el mundo? También.

Sin embargo, eso no es la discusión, es si México debió de darle asilo o no, con base en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Aun y cuando no se debe de intervenir en la política exterior, ¿realmente es necesario discutir si es un golpe de Estado?

Jefes militares declaran que están “invitando”, citan códigos castrenses, y ni un solo artículo de la Constitución de Bolivia. Quien diga que era una sola sugerencia, no entiende la historia de Latinoamérica.

En términos constitucionales, la Asamblea Legislativa Plurinacional debe admitir o negar la renuncia del presidente o de su vicepresidente. La de Evo y García, no fue tratada.

Pero bueno, supongamos que no existe ese artículo de la constitución boliviana. En caso de ausencia del presidente, la línea de sucesión es: 1) vicepresidente; 2) presidente del Senado, 3) presidente de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, todos los anteriores también renunciaron. Por lo que la Asamblea Legislativa debía designar a un Diputado o Senador como presidente interino.

Jeanine Áñez no fue designada por la Asamblea, sino que se autoproclamó, y recibió la bandera de Bolivia a manos de militares.

Jurídicamente, Evo Morales sigue siendo el legítimo presidente de Bolivia, y Jeanine Áñez es fruto de un golpe de estado. La ruta militar, nunca es, ni será la vía idónea para solucionar problemas democráticos.

Un escrito basado en datos, pero que no es apto para menores…. de inteligencia.

Leave a comment

Design a site like this with WordPress.com
Get started